¿Alguna vez te has levantado superanimado un día, pero al siguiente sientes que el mundo pesa demasiado? Pues bien, eso puede no deberse solo al cansancio o a la falta de café. El tránsito lunar —es decir, el movimiento de la Luna a través de los signos y su formación de aspectos con otros planetas— influye en nuestras emociones, concentración e incluso en las decisiones que tomamos. Después de todo, la Luna está conectada con nuestro lado emocional. Y como cambia de signo cada dos días y medio, también sentimos estos cambios internos, incluso sin darnos cuenta. A continuación, ve cómo el tránsito lunar afecta tu humor, concentración y decisiones.
Cómo el tránsito de la Luna afecta tu humor
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La Luna es como un termómetro emocional que oscila según el ambiente y los estímulos del entorno. Entonces, cuando está en un signo más sensible, como Cáncer o Piscis, tendemos a ser más emotivos, introspectivos o incluso más necesitados. Mientras que en signos como Aries o Leo, el ánimo aumenta, al igual que el deseo de imponerse. Por eso, no es de extrañar que en ciertos días parezca que todo irrita o que te eches a llorar por cualquier cosa. La Luna está allí, susurrándote al oído: “Siente eso que te está pasando”.
¿La concentración va de la mano con la Luna?
Como la Luna rige lo emocional, y lo emocional afecta lo mental, la concentración también se ve influenciada. Cuando la Luna está en signos de aire (Géminis, Libra, Acuario), la mente se acelera, llena de ideas. En días así, es ideal para sesiones de lluvia de ideas, estudios rápidos y conversaciones.
En cambio, cuando pasa por signos de tierra (Tauro, Virgo, Capricornio), la concentración tiende a ser más práctica. Puedes organizar tareas, planificar e incluso ejecutar con más paciencia. Es decir, es el momento de ponerse manos a la obra y resolver lo que se venía posponiendo.
¿Las decisiones también se ven afectadas?
¡Por supuesto! Hay días en los que sentimos más coraje para decidir, actuar, romper con algo o iniciar algo nuevo. En general, estos días coinciden con la Luna en signos de fuego o con aspectos favorables a Marte, por ejemplo. Pero también están los días en los que reina la duda, normalmente con la Luna en signos mutables o en oposición a Neptuno. En estas fases, es mejor evitar decisiones importantes, ya que la posibilidad de arrepentimiento después es alta.
Consejo de oro: observa los patrones
Si comienzas a observar el cielo y a ti mismo, te darás cuenta de que tu cuerpo, mente y emociones funcionan en ciclos, y la Luna tiene mucho que ver con eso. Consultar el tránsito lunar puede ayudarte a:
- Elegir mejor los días para actuar, hablar, descansar o reflexionar.
- Entender mejor tus emociones.
- Tener más compasión con los altibajos que todos tenemos.
Con el tiempo, podrás identificar los mejores momentos para cada cosa y dejar de exigirte estar al 100% siempre. La Luna siempre está en movimiento, y tú también. Prestar atención al tránsito lunar es una forma de reconectarte con tus propios ciclos y tomar decisiones más conscientes. Después de todo, entender tus fases también es una forma de cuidarte.